HISTORIA

Acerca del restaurante FONDA GARUFA


Hace treinta años, en este barrio entrañable aún herido por el terremoto del ´85, empezamos a cocinar entre amigos para los amigos.

La propuesta de un lugar relajado y cercano que acompañara el retorno de los jóvenes al viejo barrio, aunado al interés en una comida con corazón y honesta fue la idea de donde nació Fonda Garufa. Hoy nos hemos transformado en consonancia con el entorno aprovechando la experiencia y cuidando en todo momento sus principios originales: un servicio de amigos, comida con corazón, honesta y ser un buen lugar para comer.


Hemos remodelado el espacio para ofrecer satisfacción a todos los gustos, desde nuestra clásica terraza sumergida en el alegre ambiente de la calle, pet friendly, los íntimos espacios interiores, barras de copeo y una terraza única, a cielo abierto, aislada en el primer nivel con la mejor vista de los alrededores.


Más de dos millones de comensales han pasado por Fonda Garufa. Será un placer que nos den la oportunidad de mostrar lo que en este tiempo hemos aprendido.


Hace veintiocho años ya, en un rincón de este barrio entrañable aún
herido por el terremoto, empezamos a cocinar entre amigos para
los amigos.

La propuesta de un lugar relajado y cercano que acompañara el retorno de los jóvenes al viejo barrio, aunado al interés en una comida con corazón y honesta fue la idea de donde nació- un buen lugar para comer- la Fonda Garufa.

En este tiempo la ciudad ha experimentado una transformación sustancial, tal vez la más importante de su historia reciente. Entre otras cosas, la oferta de posibilidades culinarias ha explotado a niveles inimaginables en aquellos aburridos tiempos de tacos, tortas, tamales y “comida internacional” de los restaurantes típicos de Insurgentes. Así también, el barrio herido se ha transformado en una efervescente babel, se escuchan gran cantidad de idiomas y están al alcance- a veces buenos, a veces no tanto- casi todos los sabores, olores y ambientes.

Al fin vanguardia de la ciudad de vanguardia, la Condesa se debate en una interesante lucha urbanística para equilibrar habitación, espacio público y la más amplia gama de servicios gastronómicos de la ciudad. Esta lucha es cualquier cosa menos aburrida.


Fonda Garufa se ha transformado en consonancia con su entorno, tratando de aprovechar la experiencia para cuidar en todo momento sus principios originales: un servicio de amigos y una comida con corazón y honesta. Ser un buen lugar para comer. Hemos remodelado el espacio con la intención de ofrecer satisfacción a todos los gustos, desde nuestra clásica terraza sumergida en el alegre ambiente de la calle, los íntimos espacios interiores, barras de copeo y una terraza única, aislada en el primer nivel con las mejor vista de los alrededores.


Se ha integrado a nuestra oferta una tienda con los productos de nuestra cocina: pan artesanal, envasados orgánicos y productos frescos de temporada, así como una amplia carta de vinos con la más atractiva relación calidad/precio para llevar o descorchar en su mesa.


Cerca de dos millones de comensales han pasado por Fonda Garufa, será un placer que nos den la oportunidad de mostrar lo que en este tiempo hemos aprendido. Los esperamos.

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